Con todo el color local, destreza
en el manejo del relato, a través del cual se perfila este texto como una
novela de retrospección, Darío Carrazza nos hace atravesar el tiempo con la
flecha de una diégesis prolija, la interesante elaboración estética y su
prometedor desenlace. Es así como se muestran los escritores comprometidos
con la palabra.
En palabras del autor "...
El libro cuenta la historia de un niño de Gualeguaychú que cuando nació, a
fines del siglo XIX, estuvo por morirse y su madre le prometió a Dios que si se
salvaba sería sacerdote.
El chico creció con esta promesa
y a los 9 años lo mandaron al seminario en Paraná, donde cumplió ese
mandato.
Sin embargo un día descubrió que
esa no era su vocación, y que dejar el sacerdocio era como romper ese pacto con
Dios que había hecho su madre.
¿Cómo conjugar el cumplimiento de
un mandato ancestral con el amor y los propios deseos?
En ese marco se desarrolla esta novela de ficción inspirada en un caso real".